Archivo de la etiqueta: tip fotográfico

Fotografía de bajo presupuesto.

Qué material necesito y qué no

El cuerpo de la cámara

Este es un punto por el que NO deberías agobiarte, a menos que tengas una cámara de tu padre de 1 MP. No nos cansaremos de repetir que el cuerpo de la cámara no es especialmente importante a la hora de conseguir buenas fotografías así que, con uno heredado, de segunda mano, o con alguna de las recomendaciones para principiantes que hacemos en el blog, estarás más que servido 😉 Eso sí, si quieres sumergirte de cabeza en el mundillo fotográfico, mi consejo personal es que tenga objetivos intercambiables, visor y, sobre todo, controles manuales.

El objetivo

Si estás dispuesto a desembolsar en algo, que sea en un buen objetivo. Mi recomendación personal es que te compres uno que esté realmente bien, sólo uno, y que te espabiles con él. Yo en mi cámara sólo ando con el Rey de los objetivos 😉 que me obliga a desplazarme, a moverme arriba y abajo, a acercarme, a alejarme… Pero que me regala una nitidez, una luminosidad, y una calidad de imagen alucinante 🙂 . Por supuesto no es obligatorio, si te fascina el paisaje quizá disfrutes más un Gran Angular, o si te ha cautivado la fotografía Macro, de un objetivo macro. Sea como fuere, si puedes, invierte. Mi consejo personal es que, si tu presupuesto es ajustado, prescindas de los objetivos zoom de los kits e inviertas ese dinero en un buen objetivo que se adapte a tus necesidades. Si hace falta alargar un poco la espera hasta que ahorres lo suficiente y aunque te parezca duro, hazlo 😉 . Si te pudo el ansia y te compraste el kit con objetivo incluido, no te preocupes, para empezar tienes más que de sobra ( y para seguir también)

Flash

Si tienes una lente luminosa, lo vas a necesitar pocas veces. Si ya dispones de óptica y ésta no es especialmente luminosa, entonces invertir en un flash puede ser una buena opción. Los hay muy baratos (por menos de 100 Euros) y con buenos resultados, no te asustes 😉

 

Trípode

Para el común de los mortales (eso no incluye a los locos por el paisaje, o la fotografía macro), con un trípode sencillito vamos que nos matamos. Sólo asegúrate de que sea robusto, estable, y con una rótula en forma de bola para que gire en todos los sentidos. Si aun así se te escapa de presupuesto, haz como hemos hecho todos: Unos libros apilados por aquí, una estantería, una mesa… Si lo tuyo es montarte un estudio profesional o eres un loco de la nitidez, ni se te ocurra, pero si lo que quieres es una foto aquí y una allá, de vez en cuando, puedes espabilarte con lo que tengas por casa.

Dónde comprar

Mercados de segunda mano

Si sabes buscar, puedes encontrar buen material a buen precio. La fotografía es un vicio caprichoso y, no nos vamos a engañar, nos solemos pasar la vida soñando con el siguiente modelo de cámara, por mucho que nos repitamos que ésta es lo menos importante. En el fondo pensamos que bueno, tan importante no será, pero algo sí 😉

Y como la caprichosidad es generalizada, mucha gente vende buen material (cuidado y/o poco usado) con la esperanza de poder comprarse un modelo superior, no porque el que tienen no sea bueno o suficiente. Tu deber como fotógrafo que no quiere arruinarse en este hobby es echarle un vistazo a este mundillo.

  • Compra en lugares que te ofrezcan garantía
  • Préstale atención a las valoraciones y comentarios de otros usuarios
  • Pide el número aproximado de disparos realizados por la cámara. Si no sabes de qué hablo, échale un vistazo a este interesante artículo 😉
  • Valora el estado general

Valora tiendas físicas donde te ofrecerán garantía aunque a precios algo superiores que en la red. No obstante, las mejores ofertas suelen encontrarse en portales de segunda mano en internet. Eso sí, si no lo tienes claro, mejor no arriesgues 😉

Nuevo

  • Internet: En la red solemos recomendar Amazon porque da garantía a muy buen precio, sólo hace falta que le eches una ojeada y verás por qué lo recomendamos tanto 😉
  • Tiendas físicas: Siguen existiendo y a priori te ofrecen un tracto directo e in situ con profesionales capaces de resolver tus dudas, aconsejarte y venderte lo más recomendado para ti.

 

Estudios y remedios caseros

Hay pocos complementos fotográficos que con algo de imaginación y tiempo no puedas crear tú mismo a un presupuesto irrisorio. Si no me crees, échale un vistazo a este completísimo artículo para bricomaníacos y para mortales corrientes 🙂

¿Le has echado un vistazo? Sorprende el tinglado que puedes montar con unas cuantas cartulinas, camisetas, cortinas, luces que tengas por casa… Hasta iluminación profesional como las lámparas Beauty Dish, cajas de luz para fotografiar productos, etcétera. ¿Que te gusta la fotografía macro? También puedes adentrarte en este mundo (a priori caro), a bajo precio.

Edición de fotos

No todo es Photoshop, Lightroom o demás programas clásicos de edición (y de pago). Si no quieres desembolsar nada, también encontrarás programas de edición a coste cero, con muy buenos resultados. A estas alturas seguro que ya conoces unos cuantos, ¿Me equivoco? 😉

Complementos

Aquí tienes un artículo con complementos fotográficos por menos de100 Euros, para que no desesperes y para que veas que puedes mejorar tu mundo por relativamente poca inversión 😉

Recuerda que la mejor escuela de fotografía es GRATIS

Practica. Investiga, lee y practica otra vez. La información la tienes en todas partes. En este blog, por ejemplo, nos esforzamos para que así sea, pero además hay millones de foros y aficionados que comentan, preguntan y responden desinteresadamente por todas partes. Eso sí, si andas perdido entre tanta información y quieres todo el saber concentrado de forma práctica, ordenada, revisada y amena, siempre puedes echarle una ojeada al curso de Mario 😉

Las excusas son las que incrementan el precio de tu material fotográfico

No hago fotos hasta que no tenga una buena cámara, mis fotos son malas porque mi cámara es mala, mis fotos son poco nítidas porque mi óptica es una porquería, necesito esto, necesito aquello… ¿Te reconoces? Yo sí. Todos hemos pasado por esta fase alguna vez, todos pecamos de lo mismo, y cuesta mucho romper este círculo vicioso al que nos arroja el consumismo, el marketing, las “increíbles mejoras” de un modelo a otro (entre comillas, porque si te soy sincera, la mayoría de las mejoras de un modelo a otro, los aficionados no las sabemos ni deletrear, ni mucho menos las vamos a notar en la calidad de imagen de la foto, ni en el uso, a menos que estas sean realmente notables…). Si nos ponen dos imágenes con una ampliación suficiente como para colgarlas en la pared, una de 24 MP y la de al lado con la mitad de MP, os aseguro que nos va a costar ver la diferencia si es que la vemos 😉

(fuente: Blog del Fotógrafo)

6 Problemas del modo manual y cómo resolverlos.

Consideraciones básicas sobre el modo manual

Para empezar a usar el modo manual debes tener en cuenta las siguientes consideraciones básicas de los conceptos que forman el triángulo de exposición:

  • Apertura de diafragma: Controla la entrada de luz a través del objetivo, así como la profundidad de campo. Cuando sueñas con esos fondos desenfocados, o con imágenes nítidas de principio a fin, aquí tienes la clave. A diafragmas más abiertos más luz y menos profundidad de campo, y a diafragmas más cerrados, menos luz y más profundidad de campo.
  • Velocidad de disparo: Es el tiempo que el obturador permanece abierto. Cuanto más rápido se abra y cierre éste, más se congela el movimiento (situaciones de mucha luz). Por el contrario, cuanto más tiempo permanezca abierto éste, más movimiento quedará impregnado en la imagen (situaciones de poca luz)
  • ISO: Es la sensibilidad del sensor a la luz. Cuanta más elevada sea esta, más sensibilidad, pero también más ruido en la imagen (menos nitidez). Por el contrario, a menor valor ISO menor sensibilidad, pero menos ruido (mayor nitidez).

Si aprendes estos tres conceptos estás más que preparado para exprimir el modo manual a tu antojo, y se te abre un mundo donde todo es posible (fotográficamente hablando 😉 ) Ahora bien, como no es oro todo lo que reluce, también te vas a encontrar con algunos problemillas que por suerte tienen solución. Veamos cuáles son y cómo podemos solucionarlos 🙂

  1. No tener ni idea de lo que se está haciendo

Si eres de los que tiene poca paciencia, no sabes lo que es un manual de usuario, lees un par de líneas del blog y empiezas a saltar palabras, a leer en diagonal deseando que por ciencia infusa se transmita la información a tu cerebro en plan Matrix para poder aplicarlo de forma inmediata, debo decirte un par de cosas: 1. Te entiendo y 2. No, no funciona, por experiencia propia te digo que empezar a mover rosquita arriba y abajo, botoncitos arriba y abajo sin saber lo que estás haciendo no te va a funcionar de ninguna de las maneras. Si no sabes lo que haces no conseguirás ni un resultado medio aceptable a menos que tengas mucha, mucha suerte.

¿La solución? Volver al punto inicial de este artículo “Consideraciones básicas sobre el modo manual” y, a ser posible, profundizar cada punto por medio de los enlaces sugeridos 😉 .

  1. Utilizarlo en todas las situaciones

Otro de los errores comunes cuando nos adentramos en el modo manual, es pensar que es el mejor modo en todas las situaciones. Bien, no es cierto, y creerlo puede llevarnos a acabar odiando el modo manual por ser poco efectivo, complicado, y darnos malos resultados pese a nuestros esfuerzos. Cuando te decimos que es una pena desperdiciar las posibilidades de tu réflex usando el modo automático, no necesariamente debes pasarte al otro extremo 😉 Existen modos semiautomáticos que se adecúan a muchas situaciones, permitiéndote aunar la rapidez del modo automático, con la posibilidad de formar parte en las decisiones a tomar.

  1. Lentitud

Ligando con el punto anterior, este es uno de los principales problemas del modo manual. No es el más rápido del mundo, y aunque con la práctica es evidente que la velocidad en las decisiones y el manejo mejoran muchísimo, es difícil que te funcione en situaciones en las que necesitas mucha velocidad de reacción, por ejemplo en situaciones cambiantes de luz, en deportes, streetphotography, eventos, etcétera.

Para ello, en este tipo de situaciones, es más recomendable que te adentres en los modos semiautomáticos (o semimanuales, depende de cómo lo veas 😉 ) de prioridad a la velocidad y a la apertura.

  1. Ajustes erróneos

Al margen de que estés utilizando bien o mal los ajustes del triángulo de exposición (apertura, diafragma, ISO), como seres despistados que somos, no es extraño que nos olvidemos de que en el modo manual hay que ir realizando ajustes manualmente de forma constante. Es decir, en la mayoría de situaciones donde la luz es cambiante, o los colores de lo que estamos fotografiando son distintos, los valores de exposición serán diferentes y, por lo tanto, variarán los unos de los otros. Si no hemos realizado los ajustes pertinentes de forma previa cada vez que cambiamos los valores de exposición (y repito, en una misma escena, depende de donde midamos la luz pueden variar mucho de unos a otros), tendremos imágenes mal expuestas. O lo que es lo mismo, no te puedes lanzar a tomar fotos sin pensar, o centrándote exclusivamente en el encuadre o la composición. El modo manual invita y exige paciencia y reflexión.

  1. Enfoque manual

Cuando no había más remedio, cuando teníamos una cámara del año de la María Castaña, siempre enfocábamos en manual. Pero hasta yo que soy una firme defensora de las cámaras analógicas, veo las bondades de los modos automáticos de la mayoría de cámaras. Siempre que no estés delante de un paisaje, un bodegón, haciendo fotografía macro, escenas con un contraste mínimo, oscuridad, etcétera donde la cámara  se pierda con facilidad o necesites un enfoque extremadamente preciso, lo mejor es trabajar con alguno de los modos de enfoque automáticos de tu cámara. El modo manual requiere tiempo y precisión. Si no lo tienes, los modos automáticos trabajan a la perfección 😉

  1. Incomprensión

El truco del modo manual es llegar a conocerlo profundamente. Sólo así es posible exprimir todo su potencial. Cuando te plantes envidioso delante de una imagen y pienses Dios mío, ¿Cómo habrán hecho esta foto? Casi puedo prometerte que fue en modo manual 😉 Dominando el modo manual puedes pintar con luz, fotografiar un camino de estrellas, la pupila de una lagartija, aguas sedosas, puedes borrar de un plumazo el fondo desenfocándolo, puedes fotografiar el movimiento o congelarlo, o todo a la vez. Puedes fotografiar el desierto, la nieve, la lluvia o la niebla.

El modo manual es el único modo con el que conseguirás todo lo que te propongas. Todo lo que sueñes, todo lo que imagines, todo 🙂 Así que olvídate de correr, volvamos a la slowphotography igual que estamos intentando volver a las slowcities o a la slowfood 😉 Sé que te comenté que a veces los modos semiautomáticos funcionan mejor para determinadas situaciones. Bien, olvídate de ellos por el momento y sumérgete en el manual. Desde mi punto de vista, la única forma de dominar todos los otros modos de disparo es dominando el modo manual. Una vez lo domines, entonces sí, los modos semimanuales te ayudarán en muchísimas situaciones. Sobre todo cuando sepas lo que estás haciendo y por qué 😉

(Fuente: Blog del fotógrafo)