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Fotografía para niños, un buen pasatiempo.

 

Enseñarles a cuidar el equipo fotográfico

Ser responsables con aquello que tienen la suerte de tener y valorar el material con el que trabajan, es el primer paso que debemos enseñar a los niños. La importancia de que no se moje, no reciba golpes, o de mantener el equipo limpio y en buenas condiciones, así como que no se lo olviden en cualquier parte, es la base de la confianza para poder trabajar con el objeto más importante que necesita cualquier fotógrafo; la cámara 😉

Enseñarles las funciones básicas de la cámara

Puede que empiecen con una compacta con diferentes funciones (automático, macro, paisaje…) En ese caso explícale qué significan cada una de esas funciones automáticas para que pueda escoger en función de lo que pretende retratar. Evidentemente, el grado de profundización de la explicación no será igual para un niño de tres años que para un niño de 10.

Consejo: Un niño es un niño, es decir, por muy responsable que sea, es más que probable que la cámara sufra algún que otro percance, así que, por mucha ilusión que te haga y por mucho presupuesto que tengas, es mejor empezar por una cámara sencilla, que pese poco, y que les permita centrarse en la fotografía, que regalarles la mejor cámara Réflex del mercado, de la que no sabrán exprimir su potencial y les acabará siendo engorrosa a la hora de cargar con ella.

Sujetar la cámara correctamente

Ya hemos hablado en el blog de la importancia de sujetar de forma adecuada la cámara para evitar trepidaciones. Adaptado a un niño (y algún que otro adulto con el Smartphone también) le evitará:

 

Deditos en medio del encuadre (un clásico no sólo para niños 😉 )

Que se caiga la cámara

Trepidaciones

Consejo: El formato vertical también existe ;-), dáselo a conocer, ofrécele utilizarlo cuando vea una dominante de líneas verticales (por ejemplo, edificios, farolas, etcétera). Enséñale también a sujetar bien la cámara para este formato.

Composición para niños

No soy muy partidaria de intervenir demasiado en el proceso creativo de un niño, ya que ellos poseen toda la originalidad que les da la inocencia, la intuición, y toda una vida al margen de los clichés encorsetados de los que los adultos bebemos constantemente y que tanto inspiran como ahogan nuestra creatividad.

Sin embargo, sí que podemos enseñarles algunas “normas” o consejos de composición básicos que pueden tener en cuenta a la hora de tomar sus fotografías.

Las líneas

Que las líneas caigan por un descuido, es un error fácil de solucionar y a la vez que da grandes resultados. Enséñales la importancia de mantener el horizonte o líneas horizontales bien rectas, así como las verticales.

El centro (de la imagen)

Si bien no está prohibido centrar la imagen, al empezar tenemos tendencia a poner a todos los protagonistas de nuestras imágenes en el centro de la misma. Intentar mover de vez en cuando al protagonista del centro de la imagen a uno de los lados (regla de los tercios para los adultos), puede ser un buen ejercicio para que vayan entrenando su composición.

El centro (de interés)

Enseñarles a identificar cuál es el centro de interés, es decir, cuál es el protagonista de su imagen, les ayudara a encuadrar mejor y a tomar conciencia del mismo (intentar no cortarlo, mantenerlo en foco, acercarse a él, etcétera).

Consejo: Una buena forma de que tomen conciencia de este protagonista, es animarles a poner títulos a las imágenes que vayan tomando, así se fijarán más en lo que han querido fotografiar, harán un análisis de la imagen y, lo que es más importante, les ayudará en el futuro en la práctica de titular sus fotografías y a ser conscientes de la importancia de hacerlo (¿verdad que es algo que se te atraviesa de vez en cuando? 😉 ).

La importancia del punto de vista

 

Los niños ya de por sí tienen un punto de vista completamente diferente al de un adulto. Son más bajitos, por lo que están más cerca del suelo (con el añadido de que se pasan el día tirados por el suelo 😉 ) y además están acostumbrados a ver el mundo desde abajo. Su punto de vista “normal” está siempre unos centímetros por debajo del de un adulto, y una imaginación sin límites. Aprovecha sus ganas de moverse, de saltar, de tirarse por el suelo para que trabajen los diferentes puntos de vista y analicen los resultados:

  • A ras de suelo: ¿Qué podemos fotografiar si nos estiramos en el suelo?
  • De abajo arriba: Esta suele ser la forma en la que un niño vive el mundo adulto, y la más representativa, por lo tanto, de su forma de observar el mundo en general.
  • Normal: enseñarles a ponerse a la altura de “normal” o cara a cara con los elementos que quieren fotografiar. ¿Tienen una mascota? ¿un hermano o hermana pequeños?, pues nos agachamos a la altura de sus ojos. ¿Que tienen hermanos mayores?, ¿un dogo argentino?, ¿quieren fotografiar a mamá y papá?, entonces nos subimos en algún lugar elevado (y seguro) para hacerlo.
  • De arriba abajo: Por muy pequeñines que sean, siempre hay algo más pequeño que poder fotografiar desde arriba 😉

Temas

Hay tantas cosas fotografiables para alguien que encuentra el mundo tan fascinante, que a veces es necesario darles algo en lo que centrar su creatividad.

Una forma de ello, es ofrecerles diversos temas para focalizar su atención. Puedes, por ejemplo, motivarlos a través de retos o juegos en los que deban fijarse en diversos aspectos:

  • Texturas
  • Colores en diferentes escenarios (hacer varias series de diferentes colores)
  • Objetos que deba encontrar por ejemplo por la calle (un árbol, un animal, el rostro de una persona, etc.)
  • Autorretratos
  • Su muñeco favorito en diferentes entornos

Así les enseñarás a perseverar y tener paciencia, ingredientes esenciales para cualquier fotógrafo pequeño o grande 😉

Edición

Si bien hemos editado imágenes toda la vida (sí en la época de los carretes también lo hacíamos), es cierto que la edición a día de hoy está a la orden del día y forma, cada vez más, parte del sello de cada uno de nosotros. En este artículo tienes 20 programas de edición gratuitos online para que practiques con tus niños, aunque te recomiendo que empieces con PicMonkey, muy intuitivo y completo.

  • Muéstrale la diferencia que origina el aumento o la disminución de la exposición en una imagen
  • Lo mismo para la saturación de los colores
  • ¿Qué pasa si aumentamos o disminuimos el contraste?
  • Déjale jugar con los diferentes filtros
  • añadir letras, stickers, etcétera, déjales ser niños 😉

Manualidades

No conozco a ningún niño o niña al que no le encante recortar, pegar, pintar y embadurnar en general. Así que se me ocurren pocas formas mejores de culminar el proceso creativo que imprimir sus fotos favoritas y proponerle alguna manualidad con ellas:

  • Álbumes de fotos hechos a mano
  • Marcos para fotos
  • Collage
  • Puzles
  • Móviles
  • Guirnaldas
  • Aquí tienes unas cuantas ideas más.

Recuerda que es sólo un juego 😉

La creatividad que tiene un niño es un tesoro por el que todos los adultos con alma medianamente artística soñamos y, la creatividad es, sobre todo, libre, así que mi consejo principal es que les enseñes sin hacer que dejen de ser ellos mismos, sin que pierdan la inocencia, la intuición y esa forma de ver el mundo tan especial que les caracteriza. La infancia es juego, ellos aprenden jugando, y la fotografía nunca debe ser ni más ni menos que eso 🙂

Ah, y un último consejo: No les enseñes todo a la vez o les parecerá un rollo monumental. Ve dándoles las indicaciones poco a poco, conviértelo en un juego, y seguro que se apasionan rápidamente, más si ven a su madre, padre, abuelo, abuela, tío o tía, quienquiera que seas tú que lees este artículo, todo el día cámara en mano. En ese momento empieza su curiosidad e interés por la fotografía. Que no los pierdan sólo depende de lo mucho que lleguen a disfrutar con ella 😉

(Fuente: Blog del Fotógrafo)