La fotografía en México tomó una ruta radical desde que Manuel Álvarez Bravo decidió mostrar al mundo un México distinto al que los fotógrafos turistas y cineastas capturaban, contrarrestando la imagen pintoresca y bucólica contra la parte cotidiana, metafórica y osada de Manuel Álvarez Bravo. Aprendió de manera autodidacta y tuvo sus primeros acercamientos a la imagen a partir de su trabajo en el cine.

Nace en la Ciudad de México, en 1902. Tuvo una vida longeva, pues falleció en el 2002.  La importancia de este fotógrafo radica en esa mirada osada y tenaz de lograr subponer elementos y contextos.
Se ganó el respeto a nivel internacional de grandes fotógrafos como Tinna Modotti y Edward Weston.

Álvarez Bravo fue uno de los fotógrafos más notables del siglo pasado en Latinoamérica se le considera como el padre la fotografía moderna. Durante su carrera recibió variadas distinciones como ser: Premio nacional de las Artes, Condecoración de Ordre des Arts et Lettres Français. Incluso una sala del Museo de Arte Moderno de México llevó en su homenaje su nombre.

Estuvo casado con su colega Dolores Martínez de Anda, mejor conocida como Lola Álvarez Bravo, otra fotógrafa mexicana de gran prestigio e importancia, discípula de Manuel y cuya visión también dejó un legado fotográfico en México e internacionalmente, En las próximas entradas, hablaremos de ella.

Tras varias exposiciones en el extranjero, Álvarez Bravo se convierte en una de las figuras más emblemáticas del período conocido como “renacimiento mexicano”, posterior a la Revolución Mexicana. Desde 1943 a 1959 trabajó en la industria cinematográfica dedicándose a realizar fotografías fijas.

El extranjero que estaba acostumbrado a mirar los típicos paisajes rurales, a los indígenas, a la arquitectura colonial de México, Álvarez Bravo les muestra ese otro contraste dónde juega con la cotidianidad y muestra a los indígenas no como un objeto folclórico y pasivo sino como un sujeto con identidad propia y que desafía a la cámara.  Es también llamado el fotógrafo surrealista por los contextos en los que México regala al mundo su forma de vida, cosmovisión, tradiciones…

Su primera exposición individual se realizó en la Galería Posada. En 1934 participó, junto a Cartier Bresson, en una muestra en el Palacio de las Bellas Artes. Presentó sus trabajos en las galerías y museos de las principales ciudades del mundo, entre las que destaca la que fue montada por André Breton en la Galerie Renue et Colle en París y The Family of Man, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

Recuerda que entre más fotógrafos e imágenes veas, tu creatividad se despertará y por consiguiente, tu composición mejorará.
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